Chus Landáburu, profesor

“Chus Landáburu” fue un centrocampista que tuvo una longeva carrera a lo largo de las décadas de los 70 y 80.empezo su quehacer en el mundo del futbol en el Real Valladolid, donde jugó durante 6 temporadas participando en 146 partidos y anotando 34 goles. Debutó a la temprana edad de 16 años y jugando ya 4 partidos en la campaña de  su debut la 71/72.

Tras su exitoso paso por la entidad pucelana, siempre en la segunda división española, da el salto a la máxima categoría en el verano del 77 de la mano del Rayo Vallecano. Después del histórico ascenso del equipo de la barriada madrileña su entrenador el uruguayo Héctor Núñez lo firma para la nueva andadura en primera.

El uruguayo conocedor de la calidad del palentino rápidamente le da su confianza y le hace un hueco en el once franjirojo. y este en sus dos temporadas como rayista consigue jugar 64 partidos y anotar 13 goles.

Tras sus dos primeros cursos en la división de honor del futbol patrio, le llega su gran oportunidad fichando por uno de los grandes, el FC Barcelona.

En el verano del 79 aterriza en el club catalán .allí la competencia es mucho mas dura y pelea por un puesto en la medular blaugrana con jugadores de la categoría de Asensi, Sánchez, Esteban, Schuster, Víctor, etc. Durante las tres temporadas que permanece en el club azulgrana disputa un total de 61 partidos marcando otros 13 goles, Buenos números para un centrocampista.

En el verano del 82 cambia por cuarta y última vez de club en su carrera. Llega al Atlético de Madrid como expreso deseo de su entrenador, Luis Aragonés. La  entidad del Manzanares atraviesa a principio de los 80 una etapa convulsa, siendo la cantera su principal salvavidas. El “Sabio de Hortaleza” conocedor del buen hacer del palentino le entrega el timón del equipo, que este asume con total naturalidad.

Con ya 27 años lidera un equipo plagado de jóvenes, Julio Prieto, Pedraza, Tomás, Abel, Rubio, Marina etc. y consiguen entre todos ubicar al Atlético en los puestos punteros de la tabla.

Consigue con los rojiblancos la Copa del Rey de la 84/85 y el subcampeonato de la Recopa de Europa del año siguiente, cayendo en la final aciaga de Lyon contra el imponente equipo del Dinamo de Kiev.

En el equipo colchonero llego a disputar 205 encuentros y anoto 28 goles, siendo especialmente recordados por la parroquia de la ribera del Manzanares los lanzamientos de golpes francos.

En el verano del 88 abandona la práctica del futbol profesional a la edad de 32 años por desavenencias con el entonces debutante presidente Jesús Gil. Este le hizo salir de la entidad madrileña por la puerta de atrás, no a si del corazón de sus hinchas.