Hasta el rabo todo es toro
La final de la Copa de Europa de 1999, se disputó el 26 de mayo de ese mismo año en el Camp Nou, enfrentándose Manchester United y FC Bayern München.
Disputaron una final muy igualada, y bonita de ver. Emocionante con alternancia de golpes a uno y otro bando.
Al poco de empezar el partido, una falta a favor de los alemanes, la convirtió Mario Basler en el gol bávaro. Corría el minuto 5.
A partir de ahí, se vivió un partido en que a un golpe de un equipo, el otro contestaba.
El último cuarto de hora fue trepidante, con un Manchester acechando la portería de Oliver Kahn de forma continúa, y contragolpes alemanes.
Se llegaba a los minutos de añadido y el Manchester se echó descaradamente al ataque, no le quedaba otra. En el minuto 91, Beckham sacó un córner que era rechazó la defensa del Bayern, Giggs remató el rechace y Sheringham remachó el balón dentro de la portería.
El Bayern quedó noqueado, pensaban en levantar la copa, y tenían que afrontar una prórroga. El Manchester olió la sangre y volvió a atacar. Otro corner botado por Beckham, Sheringham peinó y Solskjær tocó el balón ante la mirada atónita de todos los asistentes al partido.
En solo dos minutos del descuento, el Manchester le había dado la vuelta al partido y consumado una de las mayores remontadas de la historia de las finales de la Copa de Europa, y es que hasta el rabo todo es toro.
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